La Abuela tiene 85 años y escribe poemas desde hace más de 40, contando solo con 3 años de escuela.
Hace un año cumplió su gran sueño de editar un libro con algunos de sus tantos poemas. Y hoy, gracias a la ayuda de su familia los comparte por este medio con todos los apasionados de la poesía.
Gracias por los comentarios, para ella son un mimo en el corazón!


martes, 25 de diciembre de 2012



CANCION PARA MI NIÑO


Villancico ay mi villancico
Yo le canto con mi amor
Es que ha nacido un niño lindo
Y va a ser un buen pastor.

Hay una estrella que brilla
Se dirige hacia Belén
Ya llegan los reyes magos
Con juguetitos para él.

Y un pesebre está alumbrado
Parece todo un misterio
Es que ha llegado mi niño
Para ahuyentar los pecados.

Son un color verde agua
Ya mira al mundo con pena
Parece que ya presiente
Lo  que le espera en la tierra.

Su madre una niña virgen
Su padre es un  carpintero
Y le han enviado a un niño
Será rey del mundo entero.

Él vivirá en las montañas
Con sus ovejas amadas
Y conversará con las estrellas
Cuando la noche se apaga.

Por eso que en noche buena
La gente se siente buena
Es el misterio de ese niño
Que ayuda a calmar las penas.

Amigos! Que tengan una dulce Navidad, llena de paz, amor, salud y esperanza...

Rosa García

martes, 11 de diciembre de 2012



UNA CULPA INJUSTA

Tristeza en el barrio
Por un buen muchacho
Que nunca mató
Hoy lo condenaron.

Su madre lloraba
No podía pensar
Que a su hijo tan bueno
Lo llevaban al penal.

Besando a su esposa
Entre llanto y dolor
No despiertes a los chicos
No les digas que me voy.

No le cuentes que ese juez
Con alma de perro humano
Por no tener yo dinero
Me condenó a 30 años.

Por no saber yo leer
Embarulló mis papeles
Y el canaya que hizo el crimen
Anda suelto y yo en la cárcel.

Abrieron la puerta
Con 3 campanadas
Parecía que ese día
A mi me enterraban.

Me dieron la ropa
Un número y un jarro
Se reía el carcelero
Aquí lavas tus pecados.
 
Los días son largos
Igual que mis noches
Espero justicia
Y que Dios me apoye.

A veces se escucha
La guitarra de un compañero
Canta sus penas al viento
Le contestan los jilgueros.

Acá te olvidas de todo
Y aprendes a madurar
Aprendes a ser más hombre
Y hasta aprendes a llorar.

El preso que nunca quiso
Ni siquiera ni a su madre
Difícil es que no la olvide
Que ni la sueñe y que no la llame.

Yo tengo una compañía
Una paloma muy blanca
Se metió por mi ventana
Y duerme junto a mi cama.

La pureza de sus plumas
Me da calor en mi almohada
Y el aliento de su pico
Me da el amor que me falta.

Por la ventana muy chica
El sol también me acompaña
Con el trinar de los pájaros
Me alegran un poco el alma.

Con el correr de los años
Me fui mirando mis manos
Las arrugas fui palpando
Mis cabellos están blancos.

Y los días de visita
El espera una señora
Una viejita chiquita
Es su madre que lo adora.

Y ya cumplió la condena
Ya llegó su libertad
La calle se le hizo larga
Para llegar al hogar.

Con una bolsita al hombro
Su corazón destrozado
Así llegó hasta la puerta
De su hogar tan arruinado.

Allí estaba la viejita
Con sus nietos adorados
Este es tu padre, bésalo
Viene de un camino largo.

¿Dónde está mi compañera
Que no vino a saludar?
Mamá está en el campo santo
Allá se fue a descansar.

Y abrazados los tres juntos
Se fueron al cementerio
Para pedir a la madre
Que los cuide desde el cielo.
  

Rosa García Ferro